Enrique, profesor y artista madrileño, nos muestra su estudio, hecho y diseñado completamente por él a su gusto.
En este espacio hallamos un instrumento tremendamente llamativo y, a la misma vez, de gran utilidad para nuestro protagonista.
Se trata de un tórculo calcográfico, un tipo de prensa utilizada para la impresión de grabados en metal o calcografías.
Además, Enrique narra cómo la mujer que se lo vendió (por 1.280 euros) le aseguró, visiblemente emocionada, que aquel tórculo pertenecía al hijo de Salvador Dalí.