El Museo de los niños de Indianápolis es el mayor museo del mundo dedicado a la infancia. Más de un millón de visitantes acuden cada año a recorrer sus cinco plantas dedicadas exclusivamente a que los más pequeños de la casa se diviertan en sus toboganes gigantes, el impresionante tiovivo, las exposiciones de dinosaurios o con sorprendentes actuaciones musicales.
A este museo acude cada año un visitante muy especial: el mismísimo Santa Claus. Y lo hace de una manera muy original, porque Santa Claus deja aparcado su trineo para que sus renos puedan descansar durante unas horas y llega al museo montado en un coche de carreras.
Y, para continuar impregnándonos del ambiente navideño, no podemos dejar de ir al Monument Circle, un monumento dedicado a los veteranos situado en el centro de la ciudad, donde se da comienzo oficialmente a la Navidad en la ciudad cuando el alcalde realiza el encendido de las luces de un árbol gigante adornado con más de 5.000 bombillas.