El Musée de l'Eau (museo del agua) se encuentra en la ciudad francesa de Grenoble y permite degustar hasta 900 tipos de agua diferentes.
Entre todas ellas destaca una que, lejos de calmar la sed, aumenta esta sensación. Se trata de un agua muy rica en sodio y bicarbonato, bastante prestigiosa (se sirve en restaurantes muy lujosos) y muy buena para la digestión.
Asimismo, también descubrimos el tipo de agua que utilizaba la reina Isabel II para el té y el Whisky.