Todos conocemos los premios Nobel como los galardones que se otorgan anualmente para reconocer a personas o instituciones que han llevado a cabo investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad. Lo que no todo el mundo sabe es que su creador, el ingeniero sueco Alfred Nobel, lo hizo por un motivo oscuro: inventó la dinamita, de la que se lucró ampliamente y con la que desgraciadamente murió tanta gente en la guerra. Para paliar en cierta medida su error, instauró los premios Nobel.
Para desarrollar convenientemente su invento, Nobel creó cerca de Cracovia uno de los edificios de la DAG: una fábrica de dinamita. Esta construcción, de unas 52 hectáreas, estaba ubicada en un inmenso campo de trabajo en el que llegaron a estar hasta 40.000 trabajadores (forzados, por suspuesto).
Actualmente, la fábrica está casi abandonada por completo pero el Gobierno polaco la mantiene como museo para que nunca se olvide el horror que esto suspuso para la humanidad.