En el mundo laboral, cada detalle cuenta. Y aunque a veces se pasa por alto, la fotografía del currículum puede marcar la diferencia. Sobre ello ha hablado en Madrid Trabaja Rebeca Nieto, orientadora laboral, que ha repasado los errores más frecuentes a la hora de elegir la imagen adecuada.
El primero de ellos es la mala calidad. Imágenes pixeladas, borrosas o con poca iluminación transmiten descuido y falta de atención al detalle.
El segundo error, muy habitual, es recurrir a un selfie. Aunque estén de moda, las fotos informales no reflejan una imagen profesional y pueden generar rechazo.
Otro fallo recurrente es abusar de los filtros y retoques digitales. Según Nieto, esto crea “personajes ficticios” que no se corresponden con la realidad.
El maquillaje excesivo o los complementos llamativos forman parte del cuarto error. Lo mismo ocurre con fotografías donde los hombres aparecen sin afeitar o con un estilo demasiado descuidado. La clave está en mostrar naturalidad sin caer ni en lo exageradamente formal ni en lo informal.
Por último, no conviene usar fotos antiguas o desactualizadas. Entonces, ¿cómo debe ser la foto ideal? Nieto lo resume en una imagen sencilla: busto, fondo neutro, buena iluminación, ropa adecuada al sector y, sobre todo, una sonrisa natural.
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