Casi el 30% de las empresas familiares madrileñas apuntan a la rigidez de contratación como la principal barrera para crecer

Marta Beltrán, directora de la Asociación de Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), ha compartido en Madrid Trabaja las principales conclusiones del informe anual sobre la situación de estas compañías.

Una de las primeras ideas que destaca es que no todas las empresas familiares son pequeñas. Las hay medianas, grandes e incluso multinacionales que cotizan en bolsa, pero siguen siendo familiares porque la mayoría accionarial permanece en manos de una familia.

La empresas familiares tienen una complejidad añadida: la convivencia entre negocio, familia y propiedad. Según el informe, uno de los principales obstáculos para crecer es la rigidez de los sistemas de contratación y despido.

Casi un 30% de las empresas familiares lo identifican como una barrera real que impide contratar con agilidad, incluso en un contexto de alto desempleo.

A esto se suma la dificultad para captar y retener talento. De esta manera apuntan que hay un desajuste preocupante entre lo que las empresas necesitan y la formación que tienen muchos candidatos. Esto no solo afecta a las compañías, sino que también es un problema social que frena el desarrollo económico.

La directora de Adefam reclama menos burocracia, un entorno fiscal que incentive la reinversión de beneficios y medidas que permitan a las empresas crecer. En este sentido, el crecimiento empresarial repercute positivamente en toda la sociedad: en empleo, salarios, impuestos y actividad económica.

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