Urumea desbanca a los cachopos tradicionales con su versión de un metro en Chamartín
Tienen varios rellenos y forman parte de un menú para cuatro
En Chamartín, el restaurante Urumea esconde una sorpresa que desafía las leyes de la cocina tradicional. Detrás de su apariencia de asturiano cualquiera se encuentra Tito, un hostelero con una idea descomunal que ha revolucionado el concepto del clásico cachopo: una versión de un metro de largo que se ha convertido en un fenómeno viral, con listas de espera de hasta un mes para probarlo.
La idea nació de la necesidad de reinventarse. "Había que atraer a gente joven, que sea barato, que coman y que sea diferente. Cachopo, pero cachopo hacemos todos, entonces ¿cómo?: un cachopo diferente, un cachopo de un metro", explica Tito, el artífice de esta creación culinaria.
Lejos de conformarse con una única variedad, Urumea ofrece este titán de la gastronomía en cuatro versiones elaboradas:
- El tradicional: con jamón ibérico y tres quesos asturianos.
- De cecina: acompañado de queso de cabra y cebolla caramelizada.
- De morcilla de arroz: con pimiento de piquillo y jamón ibérico.
- El estrella: la fabada asturiana, un homenaje a la madre de Tito que se ha convertido en la sensación del local.
El secreto del cachopo de fabada: "Es el más digestivo"
Tito asegura con convicción sobre este último: "No te puedes imaginar, es el más suave, es el más digestivo". El proceso es minucioso: primero elaboran una fabada asturiana auténtica y luego la transforman en una crema que incluye todos sus componentes (chorizo, morcilla, tocino ibérico) hasta conseguir una textura similar a un puré. "Después de hacer diez o doce cachopos diferentes, me he dado cuenta que como mejor queda es la fabada sola. Es fabada, pero no es un cachopo fuerte", confiesa el hostelero.
La ingeniería detrás del manjar: una sartén de metro y medio
La pregunta obligada es cómo se fríe semejante coloso. Tito lo tiene solucionado con una herramienta a medida: "He hecho una sartén a lo bruto, una sartén de metro y medio de largo que lo desliza sobre la tabla y aquí entra".
Un menú de lujo a precio de grupo
Este cachopo monumental es la pieza central de un menú completo diseñado para compartir. Los comensales pueden elegir un entrante entre opciones como tomate de huerta con ventresca, croquetas caseras, chorizo a la sidra o calamares a la romana.
Todo ello acompañado de "tres botellas de sidra por menú para cuatro personas o una botella de vino". Con un precio que oscila entre los 115 y 135 euros, el coste por persona ronda los 30 euros.
Un precio que no parece ser un obstáculo para sus clientes, ya que el éxito es tal que los sábados el restaurante tiene lista de espera de hasta un mes, consolidando a este cachopo de un metro no solo como un plato, sino como toda una experiencia gastronómica que hay que reservar con antelación.
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