Rapaz, el pequeño restaurante que desafía las leyes en el Mercado de Los Mostenses

En el Mercado de Los Mostenses, entre puestos tradicionales, se esconde un pequeño tesoro culinario que está revolucionando el concepto de comida de mercado. Se llama Rapaz, un restaurante que, con apenas un año de vida y una filosofía de puertas abiertas muy particular, se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados, y más codiciados, de la capital.

Detrás de este proyecto se encuentran tres socios que han apostado por llevar la esencia de la cocina tradicional del norte de España a un entorno íntimo y cercano. "Aquí lo que hacemos es un recetario tradicional del norte de España. Damos entre cinco y seis pases todos los meses por 42 euros en un ambiente bastante cercano", explica Antonio, uno de los fundadores.

Parte del encanto y la exclusividad de Rapaz radica en su naturaleza casi secreta. Con un aforo limitadísimo de solo cinco mesas y un horario reducido a los viernes y sábados al mediodía, conseguir una reserva es un pequeño triunfo para cualquier amante de la buena cocina. El espacio, comparado con una acogedora casa de comidas, prioriza la calidad y la experiencia personal sobre el volumen.

El menú degustación, que consta de hasta siete platos, es un viaje por los sabores más auténticos. La carta cambia constantemente, guiada por la filosofía de la cocina de temporada y el mejor producto. Un ejemplo de su meticulosidad son sus verdinas asturianas.

"Las hacemos a fuego lento en una olla de hierro. Previamente hemos fondeado zanahoria, puerro, cebolla, hasta que queda prácticamente una pasta, y luego añadimos un caldo blanco de pescado para cocerlas y acabamos todo con una almeja gallega por encima... y un poco de azafrán infusionado", describe Antonio.

El menú puede terminar con un contundente y delicado magret de pato con boletus y un poco de ensalada, demostrando su habilidad para equilibrar potencia y sutileza.

Dada su alta demanda y pocas plazas, Rapaz ha implementado un sistema de reservas que requiere planificación. Las reservas se abren a mediados del mes anterior, por lo que los interesados deben estar muy atentos a sus redes sociales, donde no solo anuncian la disponibilidad, sino también los platos del próximo menú y, ocasionalmente, las ansiadas cancelaciones de última hora.

En un mundo gastronómico a menudo masificado, Rapaz se erige como un refugio para quienes buscan autenticidad, producto excelente y un trato de tú a tú. Un recordatorio de que los grandes sabores a menudo se encuentran en los lugares más pequeños y con las puertas más discretas.