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Sandra y su familia están desesperados. Vive con sus padres y su tía en una comunidad de vecinos en Vallecas y, desde hace tres años, sufren un conflicto constante con sus vecinos de en frente.

El conflicto comienza cuando los vecinos de Sandra ponen la música alta y montan varias fiestas. Tras reprenderles, todo fue a peor. “Me rompieron la chaqueta y casi le rompen las gafas a mi padre”, cuentan.

Les rompen el buzón, el telefonillo y les dejan basura en la puerta “se lo reclamamos al administrador y al presidente y no soluciona nada”, explica decepcionada.

“Vivir aquí es una pesadilla. Esto es un infierno. ¿Es normal vivir en tu propia casa asustada y con miedo?”.

La música hasta la madrugada continúa, también han llegado las amenazas y agresiones. Tiene realquilados y actualmente viven hasta 11 personas en una vivienda de tres habitaciones “han llegado a vivir más de 20 personas en la misma casa”.

“Desde hace 3 años no podemos vivir ni dormir, golpes en las paredes, basura, insultos… De todo, nos han llegado hasta agredir. A mí me han intentado doblar dos dedos, a mi padre casi le dan con la puerta de un ascensor”.

Nos enseñan que tienen que desconectar el telefonillo y cerrar todas las puertas para poder tener algo de tranquilidad.

Uno de los inquilinos abre la puerta al programa para informarnos que en ese momento solo vivían 5 personas en la vivienda.