Así salvaron cinco policías a una bebé que se estaba asfixiando

Hace solo unos días, el susto se apoderó de Mariluz cuando su hija de un año y cinco meses, Shanel, sufrió una crisis que la dejó inconsciente y con la piel morada. Hoy, madre e hija disfrutaban de una mañana tranquila en el parque, pero tenían una cita muy especial: el reencuentro con los cinco agentes de Policía Nacional que le salvaron la vida.

La historia comenzó en un momento de desesperación. "Estaba en mi casa y a mi hija le dio una crisis. Se quedó como muerta... bajé a la calle y estaba inconsciente, estaba morada mi hija", recuerda Mariluz.

Fue entonces cuando, de forma casual, una patrulla pasaba por el lugar. "Los paré yo en la carretera y me ayudaron con mi niña. Estoy muy agradecida con el gran trabajo que ha hecho la policía".

Lo que Mariluz no sabía era que esos mismos agentes, Paula, Marcos, Barcia, Alejandro y Pablo, preparaban una sorpresa para volver a verlas en un contexto muy diferente al de aquel día de angustia.

La intervención decisiva

El agente Barcia rememora el momento crítico: "Un día como hoy vimos a Mariluz, que se puso en medio de la carretera a pedir auxilio porque su hija se estaba muriendo".

La agente Paula describe con precisión la escena que encontraron: "Nos encontramos a una niña bocarriba, su piel estaba de color azulada, no respiraba". Con la calma que da la formación, actuó con decisión: "Yo la cojo, la pongo bocabajo y comienzo a hacer la maniobra de Heimlich en neonatos".

El agente Marcos añade: "Lo primero que sospechamos es que pudiese tener en la boca algún cuerpo extraño... cuando comprobamos que no y que ya recuperó el color de la piel y que respiraba normalmente, ya la verdad que nos quedamos más tranquilos".

Un regalo cargado de significado

Hoy, en el mismo parque donde Mariluz y Shanel disfrutaban de su mañana, el reencuentro ha estado marcado por la emoción.

Los cinco ángeles de la guarda han llegado con un regalo para la pequeña que lograron salvar. "Hemos traído un pequeño detalle a la pequeña Shanel, que se portó muy bien en la intervención y salió adelante con mucho orgullo", expresa Alejandro.

Para el agente Pablo, esta experiencia representa el valor del trabajo en equipo: "Es una situación que no se vive todos los días, pero por suerte trabajando todos juntos pudimos sacar la situación adelante".

Un final feliz que todos han querido inmortalizar, creando un recuerdo imborrable de una historia donde el miedo y la desesperación dieron paso a la gratitud y la esperanza, gracias a la rápida y coordinada actuación de unos agentes que convirtieron su deber en un milagro.