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(Actualizado

Cada día a las 19:30h, los vecinos del número 29 de la calle San Sebastián, en Arganda del Rey, se reúnen para protestar con una cacerolada frente a las casas de los okupas de su edificio.

Se trata de una acción desesperada, no solo por la realidad de los pisos ya ocupados, con amenazas contantes según denuncian los vecinos, sino por el temor a que el caso cree un efecto llamada y se sucedan nuevas ocupaciones. El inmueble tiene varios pisos vacíos que no se vendieron en su momento, asegura el presidente de la comunidad de vecinos, Máximo García.

He estado casi toda la Semana Santa sin poder dormir, vigilando que no entraran nuevos ocupas, por ejemplo en el piso de arriba… Seguimos en alerta porque estas personas campan a sus anchas”, se lamenta Máximo.

Los okupas de Arganda frente a las caceroladas de los vecinos: “Se van a cansar porque no me voy a la calle”

De momento, los ocupas de los tres pisos han asegurado a Telemadrid que las caceroladas de los vecinos no van a conseguir que se vayan, pero ahora su actitud ha cambiado, asegura el presidente, porque los ocupas dicen que podrían marcharse previo pago de 700 euros.

Según explica Máximo García a Madrid Directo, los ocupas conocen perfectamente el procedimiento y llegan asesorados. "Es un método de libro", explica el presidente: Primero localizan a una vivienda, después entran en el piso con menores o gente vulnerable para que no les puedan echar, y al final piden dinero para irse.

Pasan los días y la pesadilla continúa para los vecinos: “No podemos quejarnos de la Policía y de la Guardia Civil, porque cada vez que llamamos se personan rápidamente, pero los ocupas necesitan solo dos minutos para echar una cerradura abajo y entrar”, asegura el presidente de la comunidad.

Las personas que ocupan estas viviendas dicen que necesitan los pisos para vivir y confirman a Telemadrid que viven de las ayudas públicas. Estas familias han llegado a Arganda después de haber ocupado otras viviendas en San Sebastián de los Reyes.