La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha estado este jueves en Madrid Despierta, donde ha repasado en una amplia entrevista la actualidad política. Sobre lo más inmediato, la situación de Rodrigo Rato por su investigación por presunto fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, Tejerina ha precisado que para ella es difícil pronunciarse sin conocer todos los datos: "Políticamente, la sensación que tengo es que no se sabe muy bien qué ha pasado. Sin saber de dónde surge todo esto, tanta prensa ahí, en la puerta del domicilio... Es muy difícil pronunciarse sobre conjeturas. Me cuesta pronunciarme sin saber cuál ha sido la sucesión de hechos".
"Que un señor decida no tener la vida particular que todos desearíamos que hubiera tenido –añadió-, desgraciadamente, no está en manos de nadie. Es muy doloroso que el trabajo de doce o catorce horas diarias, muy duro, de miles de personas, quede absolutamente diluido por una conducta privada de un señor". Para Tejerina, "El caso de Rato hace temblar al Gobierno y agita al país, pero es bueno para el país que se sepa. Y, aunque sea doloroso para el PP, es bueno para la sociedad española porque creo que, aunque pagues un precio, es mejor saberlo porque esta gente tiene que estar a cara descubierta y pagar por sus culpas. ¿Efecto boomerang o hacer un mejor país, que es el que destapa los fraudes? Pues este coste se está asumiendo pero se dejarán cosas que se han hecho mejor. El Gobierno no ha movido nada por parar nada, y eso es algo que hay que colocarlo en el activo, no en el debe. Asumimos un precio pero dejamos una España mejor".
En cuanto a si Rajoy se muestra pesimista tras lo ocurrido, García Tejerina aseguró que "España tiene el presidente que necesita. Rajoy tiene la serenidad a prueba de bomba, que para mí es no perder el objetivo de lo que tiene que hacer cuando todo a su alrededor son turbulencias, porque en un mar en calma chicha todos somos capaces de hacerlo. En cuanto a los efectos en la campaña, se me escapa un poco, porque estas elecciones son locales y autonómicas, no legislativas al Estado. En distintos territorios tendrá distinto efecto. Pero deberíamos ser capaces de trasmitir que lo importante es levantar y poner orden. Tiene un desgaste, pero se está mejor sabiendo, castigando y encerrando a quien haya que encerrar y endureciendo y poniendo transparencia. Una mejor democracia es dolorosa pero es por lo que ha optado este Gobierno".
"Hasta donde yo sé –prosiguió-, lo de Rato no tiene nada que ver con las lista de regularizaciones fiscales. Lo que ha ocurrido con Rato hubiera ocurrido igual aunque no hubiera regularizado su situación. No hay relación entre una cosa y otra". Y explicó que el Gobierno no va a hacer públicas las listas porque debe respetar las leyes y las garantías. En este sentido, no se pronunció sobre si se respetaron las garantías de Rato, pero sí dijo que no le gustó el espectáculo mediático: "Los juicios populares no me gustan ni para Rato, ni para la infanta ni para nadie".
García Tejerina admitió que sí se debería cambiar la gestión de la comunicación que se está haciendo desde el Gobierno. "Se ha dedicado poco a la comunicación, pero nadie en el Gobierno ha estado ocioso, hemos trabajado como mulas, no solos los ministros, todos los funcionarios de los ministerios. El Gobierno del PP es un Gobierno tan obsesionado con la gestión, que efectivamente tenemos un déficit de comunicación, porque si hubiésemos contado más, los ciudadanos españoles hubieran percibido que estábamos trabajando para ellos". La ministra ha admitido que las tertulias, tan de moda en estos momentos, son un buen medio para hacer llegar la información, pero que a veces "hay que ser valiente" por el trato más incisivo a algunos políticos.
En cuanto a su área , la ministra hizo balance del año que lleva al frente de su Ministerio. Un año "muy intenso", en el que, entre otras cosas "se han cerrado las negociaciones para aplicar la modificación de política agraria común, que es una garantía muy importante y que abre un horizonte de estabilidad, una renta segura para una actividad que está muy segmentada y que tiene lugar al aire libre, con lo que nunca se puede controlar todo, a la vez que tomamos las medidas para mejorar la competitividad de los agricultores y ganaderos para que, si en un futuro se reduce esa partida, tengan sus rentas en el mercado. Por eso toda la política la orientamos a mejorar la competitividad, para que los agricultores y ganaderos tengan mejores rentas en el mercado". También recordó que "se han presentado cuatro proyectos legislativos muy importantes; el programa de innovación en el sector agroalimentario; se ha impulsado la vertebración del sector; y seguimos fomentando las exportaciones, que se han incrementado un 23%, desde 2012. Exportamos 41.000 millones de euros. Llevamos puestas en marcha muchas medidas y hemos creado riqueza y empleo en nuestro territorio. Creemos en la capacidad del desarrollo del sector y para ello trabajamos".
En este sentido, se está trabajando "en un tratado de libre comercio con Estados Unidos, que consiste en un reconocimiento mutuo de las garantías sanitarias que son las que nos cierran las fronteras. Estados Unidos es un mercado que todo el mundo quiere pero que tiene altas trabas sanitarias, por eso este acuerdo será muy importante". En cuanto a la sanción impuesta al sector lácteo, la ministra explicó que "la Comisión Nacional es un órgano independiente y si han encontrado pruebas sobre el pacto de precios, ha puesto las sanciones que estimaba. Como Gobierno, somos observadores de esta situación. Me corresponde poner encima de la mesa todas las medidas que equilibren las relaciones y la necesaria convivencia entre el sector de la industria y el ganadero".
Sobre la política del agua, dijo que "estuvo totalmente abandonada" por el Gobierno socialista. "Cuando llegamos al Gobierno, todos los planes de cuencas estaban sin hacer. En 2011, la directiva de la UE del agua obligaba a tener todos los planes aprobados. Sin embargo, se habían gastado 140 millones de euros en asistencias técnicas para no aprobar nada. En estos tres años hemos hecho políticas de agua, no solo en cuanto a planes, sino también a la calidad de agua, que estaba abandonada. No puedes gestionar el agua sin hacer una planificación seria y encontramos muchísimos problemas por falta de planificación. Podríamos estar una mañana hablando de los grandes problemas que nos hemos encontrado. Lo que hemos visto en el Ebro hubiera tenido menos impacto, no digo que no hubiera sucedido pero hubiera tenido menos impacto. Lo que más regula el agua es tener capacidad de envase. Es importante la protección de los ríos y la limpieza de los cauces, pero las medidas que mas regulan son las grandes infraestructuras", las que, según apuntó, se dejaron aparcadas.