La Noche Golfa arrancó su última emisión con el sello inconfundible de Miguel Lago, quien ofreció un monólogo que tuvo como protagonista indiscutible a las piscinas municipales madrileñas.
"Me congratula poder anunciar que ya han abierto las piscinas municipales", comenzó Lago, como si se tratase de un parte institucional, para enseguida rebautizarlas como “las charcas del Estado”.
Desde ahí, desató una ráfaga de observaciones sarcásticas sobre el ritual veraniego madrileño: las duchas congeladas, los socorristas con alma de policía y las inevitables cartas jugadas sobre toallas mal estiradas.
El cierre dejó un mensaje claro y contundente: “Todos los cuerpos son cuerpos de verano”. Una reivindicación para disfrutar del verano sin complejos, sin dietas impuestas y sin depilaciones obligatorias, porque, como recordó Lago, “para eso llevas todo el año currando”.