Cuando sabes que el siguiente en ir a las colas del hambre puedes ser tú

  • Las colas del hambre se llenan de familias de clase media que se han quedado sin ingresos
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid

Las tristemente famosas colas del hambre cada día son más largas y cada día se suman personas que podríamos ser cualquiera de nosotros.

Y es que antes de la pandemia tenían su trabajo y nunca se imaginaban que iban a tener que pedir ayuda para poder comer.

Cada vez más familias de clase media acuden a pedir comida

Casos como el de Patricia que con 29 trabajaba como camarera, pero se ha quedado sin trabajo a causa de la pandemia. Esta joven tiene tres hijas de 9, 7 y un año y medio, y su marido también está desempleado.

“Está siendo horrible, no tenemos ningún ingreso”, nos ha contado.

El aumento de los parados en nuestro país afecta directamente a los jóvenes y familias de clase media que nos les queda más remedio que acudir a pedir comida ante la falta de ingresos, porque donde antes de la pandemia acudían 300 personas mensuales, pasaron a acudir 4.000 diarias.

Carolina, de 26 años, se ve sin futuro laboral a pesar de estar cualificada. Ella y su pareja acuden a las colas del hambre para poder alimentar a su hija.

Es duro porque la niña pide de comer y tienes que ver cómo la alimentas”; “Yo doy todo lo que sea por ella y si hace falta me quito hasta mi comida para dársela a ella”.

También hemos hablado con Aurora en su primer día solicitando comida. Ella ha pasado de vivir acomodadamente a tener que dormir en una caravana con su pareja y con su bebé de 11 meses.

"Mis padres son gente mayor con pocos ingresos y no pueden ayudarme con lo que necesitamos", nos ha explicado.

Y otro testimonio sobrecogedor es el de Juana, una pensionista de 84 euros que tiene que mantener a los 8 miembros de su familia con sus 500 euros de pensión.

"Estoy falta de vitaminas como el hierro y me dicen los médicos que me coma un par de filetes a la semana, no nos alcanza para patatas y para pan nos va a alcanzar para filetes.", lamenta.

"He trabajado muchísimo y ahora que tendría que estar viviendo tranquila y con mi pensión para mí y para mí enfermedad y la tengo que repartir", ha añadido Juana.