Los niños son felices. Y todo por una simple razón: exteriorizan esa felicidad riéndose sin parar. Los pequeños lo hacen unas 400 veces al día, mientras que los adultos, solo 20 veces.
Cada vez reímos menos, vivimos en un conflicto constante, sin tener en cuenta que somos precisamente nosotros los que tenemos el poder de cambiarlo. La risa lo cambia todo, es una actitud ante la vida. Es la mejor medicina para afrontar los obstáculos que nos vamos encontrando en el camino.
El café mejora la vida
Para mejorar la vida laboral, muchas empresas están introduciendo el buen humor en el trabajo, y los beneficios son espectaculares. Mejora la motivación y el rendimiento de los trabajadores.
En el lado contrario, está la queja. Nos quejamos, de media, 10.000 minutos al año, lo que son casi siete días completos. En el caso de los jóvenes, la cifra crece. La mayoría de las quejas vienen dadas por los problemas personales, la política y el tiempo.
