La Policía Nacional ha detenido en Gandía (Valencia) a ocho personas de un clan familiar búlgaro que elaboraba y vendía anabolizantes y medicamentos falsos para fisioculturistas, así como viagra masculina, y que estaban ya dispuestos a fabricar y distribuir en España la femenina a partir de principios activos.
Durante la operación los agentes han intervenido 1.800.000 dosis (700 kilos) de estas sustancias a este grupo, formado por ocho personas, de ellas siete búlgaras y una española, y en el que había tres matrimonios, para todos los cuales se ha ordenado el ingreso en prisión por la autoridad judicial, informa la Policía.
Obtenían los principios activos en Bulgaria y elaboraban el producto final en un laboratorio clandestino que ha sido desmantelado en la parte de atrás de una vivienda de Gandía, y además usaban un restaurante de esta localidad como tapadera de los ingentes beneficios que obtenían, calculados en unos 50.000 euros al trimestre.
Llevaban varios años asentados en España y habían conseguido alrededor de un millar de clientes a los que captaban por internet, algunos de ellos responsables de gimnasios aunque la mayoría eran deportistas no profesionales relacionados con el mundo del fisioculturismo a los que hacían llegar el producto en entregas directas o través de empresas de mensajería.
Entre las sustancias intervenidas hay 130 tipos de medicamentos diferentes entre excitantes sexuales, anabolizantes y hormonas de crecimiento que introducían en copias de envases de marcas existentes en el mercado que recibían desde China para simular que eran auténticos.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de marzo cuando los agentes tuvieron conocimiento de que varias personas estaban distribuyendo gran cantidad de anabolizantes por toda España. Fueron localizados en Gandía y los investigadores constataron que adquirían los principios activos en Bulgaria y los trasladaban a España en sus automóviles o a través de empresas de paquetería.
En el laboratorio de Gandía, instalado en la casa del líder del grupo, se han encontrado multitud de prospectos y cartonaje falsificado. También averiguaron otra forma que tenían de adquirir los productos, que era comprándolos ya elaborados en países como Grecia, Portugal y China.
Durante este año la Sección de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría General de Policía Judicial ha realizado cinco operaciones de este tipo con 51 detenidos y más de cinco millones de dosis incautadas.
El comisario jefe de la UDEV, Héctor Moreno, ha advertido en rueda de prensa de la peligrosidad de consumir este tipo de productos que se elaboran sin las condiciones de higiene y de proporción de sustancias legalmente requeridas y que algunos de ellos se inyectan en vena, aunque ha dicho que afortunadamente no hay constancia de muertes relacionadas con los productos incautados.
Por su parte el inspector jefe de la referida Sección, Javier Molinera, ha explicado que los detenidos compraban el kilo de testosterona, el principio activo base con el que elaboraban la mayoría de los medicamentos falsos, por setecientos dólares y tras su paso por el laboratorio lograban dosis por un precio total de 19.000 que conseguían en las ventas. Ha añadido que de esta forma conseguían más margen de beneficio que el que deja por ejemplo un kilo de cocaína.