La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, afirmó que el Samur Social, que ella puso en marcha hace 10 años como delegada de Familia y Asuntos Sociales, atiende a las personas sin hogar como "únicas e irrepetibles" y se mostró convencida de que los madrileños aprueban que sus impuestos se dediquen a atender una situación "a la que podemos llegar cualquiera".
Botella cerró con su intervención el acto de conmemoración del décimo aniversario del Samur Social. Presumió de que Madrid, una ciudad que "debe caracterizarse por atender a aquellos que más lo necesian", tiene "unos servicios sociales estupendos", cuyos trabajadores rebosan "vocación, dedicación y cariño" hacia las personas sin hogar, un fenómeno del que subrayó que a veces "no se sabe cuál es la causa y cuál el efecto" y cuesta mucho sacar a estas personas de los hábitos que han adquirido.
También defendió que el Samur Social es ejemplo de la colaboración entre instituciones, pues en su labor inciden otros servicios de emergencia, la Policía Municipal, el Selur y la EMT, por ejemplo, y de la colaboración público-privada, dentro de la que incluyó la que se establece con entidades religiosas como las Hermanas de la Caridad.
Botella recordó que, cuando era delegada de Familia y Asuntos Sociales y se puso en marcha el Samur Social, en la Campaña del Frío tenía encima de su mesa la lista con nombres y apellidos de todas las personas que estaban contabilizadas como sin hogar en Madrid.