Ha pasado mes y medio desde que el camión de basura provocara el gran agujero en el asfalto, pero la solución no ha llegado.
El socavón sigue al descubierto le rodean unas vallas y le protegen solo parcialmente unas placas metálicas. Los vecinos no dan crédito a lo que está sucediendo:
La calle San Raso está cortada al tráfico a la altura del número 41, pero lo coches siguen pasando. Muchos porque tienen que aparcar en sus garages particulares, y otros para llegar por ejemplo, a un taller de reparación, cuyo propietario se queja de estar perdiendo clientes.