La vecina de Oscar Pistorius Michelle Burger protagonizó la primera jornada del juicio al atleta sudafricano por el asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, al asegurar desde el estrado de los testigos que escuchó "gritos terribles" de mujer, y disparos la noche del crimen.
"Justo después de las tres de la mañana, me despertaron unos terribles gritos de mujer", afirmó Burger, cuyo marido también oyó los chillidos, en el Tribunal Superior de Pretoria, donde comenzó hoy el juicio en medio de una enorme expectación mediática.
La testigo subrayó que pudo sentir el "terror" y la "agonía" de la mujer que gritaba.
Burger tiene el balcón a 177 metros de la casa del corredor paralímpico, y fue el primer testigo llamado a declarar por el fiscal, Gerrie Nel, que acusa a Pistorius del "asesinato premeditado" de la modelo, que entonces tenía 29 años.
Por su parte, en una declaración jurada leída por uno de sus letrados, Kenny Oldridge, el deportista insistió en que acabó con la vida de Steenkamp por accidente, al disparar contra ella pensando que lo hacía contra un intruso que había irrumpido en su casa.
Pistorius volvió a confesar que mató a tiros a su novia a través de la puerta cerrada del baño de su casa en Pretoria el 14 de febrero del año pasado, y podría ser condenado a cadena perpetua si es hallado culpable de asesinato premeditado.
El velocista, de 27 años, se declaró rotundamente "no culpable" al ser preguntado por Nel, cuyo alegato contiene una lista de 107 testigos que serán llamados a declarar durante el juicio, que está previsto que dure hasta el próximo 20 de marzo.