La XXVI edición del Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid apuesta este año por la innovación y por atraer nuevos públicos, también jóvenes o incluso adolescentes, con un programa que se abre a nuevos estilos -como el jazz o las músicas alternativas- y a nuevos espacios.
La presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, ha presentado hoy la programación del Festival, en el que desde el 25 de febrero hasta el 3 de abril 32 artistas nacionales e internacionales protagonizarán 30 conciertos que aúnan tradición y modernidad y que explorará otros escenarios, como el Auditorio del Centro de Arte Reina Sofía o la capilla del Palacio Real.
Una programación que "apuesta por la convivencia de distintas disciplinas artísticas" y por la experimentación musical, algo que, según Cifuentes, servirá para aumentar el éxito de este certamen y captar nuevos aficionados que nunca se habían acercado a la música sacra y espiritual.
Pepe Mompean, director del Festival, ha resaltado que el encargo que recibió de la Comunidad fue precisamente "ser creativo", y para ello ha ideado una programación "más abierta", dando cabida a "otros lenguajes musicales" no presentes en anteriores ediciones. Cifuentes ha incidido en que la apertura a nuevo estilos de música contemporánea o jazz -siempre en relación con la espiritualidad- demostrará a los más jóvenes que este festival no es "música de iglesia".
Tras un cuarto de siglo de vida del Festival, ha seguido diciendo Cifuentes, el Gobierno ha creído que "es el momento de avanzar, de innovar, de hacer algo diferente" sobre un certamen que "venía siendo un éxito" y que ahora se quiere consolidar aún más