Las investigaciones comenzaron cuando los agentes de Collado Villalba detectaron que un grupo de búlgaros estaba solicitando a través de una gestoría habilitada para la expedición de informes relativos a vehículos de la localidad, informaciones de infinidad de coches de alta gama y que no se llegaba a formalizar transferencia alguna.
Una parte de la oragnización, estaba asentada en Valencia, y recibía encargos de vehículos de diferentes lugares de España y de Europa del Este, como detalla una portavoz de la Benemérita.
Se valían de modernos inhibidores de frecuencia. Con ellos, conseguían evitar que el dueño del vehiculo lo cerrara con su mando a distancia.
Después, acudían a diferentes talleres clandestinos para el troquelado de bastidores y para manipular las centralitas electrónicas. Actuaba la banda en casi toda la Comunidad de Madrid. Hay ocho personas detenidas, de origen búlgaro y rumano. Entre los arrestados se encuentran los cabecillas de la banda.