La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado al que fuera capitán del Prestige , Apostolos Ioannia Mangouras, como autor criminalmente responsable de un delito de desobediencia grave a la autoridad, a una pena de nueve meses de prisión por el hundimiento del buque frente a las costas de Finisterre en 2002.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha decidido además absolver tanto al capitán Mangouras como al jefe de máquinas del buque, Nikolaos Argyropoulos, y al exdirector de la Marina Mercante José Luis López-Sors González de los delitos contra el medio ambiente, daños en espacios naturales protegidos y daños de los que habían sido acusados.
La sala, presidida por Juan Luis Pía Iglesias, absuelve también a Nikolaos Argyropoulos del delito de desobediencia del que también era acusado, con expresa declaración de oficio de dos terceras partes de las costas procesales.
La sentencia sostiene que "nadie sabe con exactitud cuál pudo ser la causa de lo ocurrido, ni cuál debería haber sido la respuesta apropiada a la situación de emergencia creada por la grave avería del Prestige , pero nadie puede negar el fallo estructural, ni pudo demostrar en el juicio dónde se produjo exactamente ni por qué razón".
Según el fallo, formalmente se realizaron inspecciones, materialmente se realizaron reparaciones y la entidad ABS certificó la habilidad del buque para navegar con normalidad, pero pese a eso el fallo estructural no tuvo ningún otro origen que las deficiencias de mantenimiento y control de la conservación del buque, que no respondían a vicios que pudieran observarse directamente, sino que dependían de análisis técnicos complejos que no se efectuaron con la debida profesionalidad, eficacia o prudencia.