Cientos de personas -unas 500 según fuentes policiales y unas 3.000 según la organización-, marcharon, Día Mundial del Refugiado, por el derecho de quienes se ven forzados a huir a encontrar un país que les acoja, una política de asilo nacional en consecuencia y la impugnación de la "vergüenza" de acuerdo entre la UE y Turquía.
ras una pancarta con el lema "Refugio por derecho" impulsada por los sindicatos y a la que se han adherido decenas de organizaciones, entre ONG, partidos y movimientos sociales, muchos ciudadanos portaban sus propios lemas, como "nadie es ilegal", "parad las guerras y no a los refugiados" o "no son naufragios, son asesinatos".
Refugio por derecho ha sido el lema que ha presidido la marcha, convocada por una veintena de organizaciones sociales, partidos y sindicatos, que ha comenzado en la plaza de la Ópera con destino a la Puerta del Sol. En la protesta, han participado representantes del PSOE, Izquierda Unida, Podemos y UPyD, los secretarios generales de UGT y CC.OO., José Álvarez e Ignacio Fernández Toxo, así como representantes de diversas ONG.
La manifestación, que se ha desarrollado en un ambiente reivindicativo, ha partido después de las siete de la tarde desde la madrileña Plaza de Opera para entrar en la Puerta del Sol, donde se había instalado un escenario, cerca de las 19.45. Allí, tras una actuación musical, la actriz y activista Amparo Climet ha leído un manifiesto.
En la cabecera, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, y el secretario general de UGT, Pepe Alvarez, junto a representantes de UGT y de las principales ONG especializadas, como CEAR, ACCEM o el MPDL, pero también miembros del PSM, Podemos e IU y activistas del movimiento feminista de Madrid, del pueblo saharaui, de la diáspora Palestina, o de los Roma.
"Nosotros hemos venido porque creemos que Europa tiene que abrir sus fronteras y que las muestras ficticias de solidaridad que hemos estado escuchando tienen que concretarse y convertirse en un respeto real a los derechos humanos. Es vergonzoso que en España ni siquiera estemos cumpliendo los compromisos mínimos", declaraba a Europa Press Beatriz, una ciudadana que ha acudido con su pareja y sus dos niños.
Para Fernández Toxo, es además necesario "denunciar el infame acuerdo de la UE con Turquía", clamar para que el Mediterráneo "deje de convertirse en la fosa más grande del planeta" y conseguir "que no se ahogue también la Europa de los derechos". En clave nacional, un mensaje: el próximo Gobierno debe cumplir el mandato del Congreso de los Diputados sobre la postura de España en Europa, que "dibujaba un escenario bien distinto al actual".
"Este acuerdo vulnera los derechos humanos, la carta europea de derechos humanos, la convención de Ginebra y las directivas en materia de asilo (...) abandonando la Europa como un espacio de libertad, seguridad y justicia", dice el manifiesto al respecto, suscrito por un centenar de organizaciones de la sociedad civil y en el que se afirma que el pacto con Turquía "es ilegal, inmoral e intolerable".
En opinión de Cheija, apátrida saharaui presente en la manifestación con una organización de jóvenes por un Sáhara Libre, el problema es que Europa ve a los refugiados como una amenaza. "Nosotros llevamos 40 años siendo refugiados y no somos un peligro para nadie. No se puede ver el interés económico por encima de las personas", ha zanjado.
Para la responsable de ACCEM, Julia Fernández Quintanilla, cumplir la legalidad es "respetar los derechos humanos". "Esto no es una cuestión de solidaridad, es una cuestión de justicia (...) Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros", ha declarado, para incidir además en la necesidad de proporcionar "una acogida digna" a los refugiados, con un sistema eficaz "que cumpla los plazos".
"Se puede lograr mucho si hacemos uso de la libertad que muchos no tienen. Si logramos hacer entender al mundo que un refugiado es algo más que una etiqueta", ha dicho por su parte Amal, refugiada somalí, en el escenario de la Puerta del Sol desde el que ha pedido a la ciudadanía que alce la voz "por esos 65 millones de personas que están ahí fuera esperando" y por "un futuro en el que cada uno pueda decir que hizo todo lo posible por conseguir el bien".