Hoy en día gran parte de la información que surge de la relación médico-paciente está disponible en las historias clínicas electrónicas o en las recetas electrónicas.
Por eso hay que trabajar también mucho en el campo de la afectividad, la discreción, del secreto profesional, en los nuevos tiempos de internet, que obviamente es más difícil de guardar pero que es igual de obligatorio que se haga.