“Tenía la intuición de profesional sanitario que soy y que me viene de familia, de que la pandemia podía hacer mucho daño y adelantamos medidas de protección antes de que la falta de equipos hiciera estragos en las residencias de Madrid” Así se expresa en Fórmula Salud el director de la residencia Las Praderas, Daniel Agha, odontólogo de profesión y que, tuvo que hacerse cargo de la misma cuando el miedo al nuevo coronavirus se apoderó de las residencias, de los hospitales y de una población confinada. “Gracias al stock de EPIS que teníamos en la clínica odontológica pudimos administrárselos a nuestro personal durante las dos primeras semanas, en marzo de 2020, y eso fue clave para cortar de raíz la posibilidad de infección entre nuestros mayores”.