En la Medicina Nuclear se emplean isótopos radiactivos que se inyectan y depositan en las zonas que interesa para realizar un diagnóstico de precisión.
” En general, -apunta el especialista en Medicina Nuclear José Antonio Arias Navalón - un crecimiento homogéneo, simétrico, es un tejido sano, el crecimiento irregular es patológico”. De esta manera, gracias a las diferentes técnicas de medicina nuclear, se pueden diagnosticar tumores, aneurismas (debilidades en las paredes de los vasos sanguíneos), observar el flujo sanguíneo irregular o inadecuado de varios tejidos o trastornos de las células sanguíneas y mal funcionamiento de los órganos, tal como deficiencias pulmonares y de la glándula tiroides, entre otras enfermedades. “Precisamente, añade el doctor Arias Navalón, el cáncer de tiroides es uno de los casos en los que el tratamiento con medicina nuclear puede ser curativo”.