Los últimos avances en traumatología también pasan por las células madre. Su uso aumenta las posibilidades en medicina regenerativa, ya que estas células son las responsables de la regeneración y reparación de tejidos. La médula ósea, la piel, la grasa subcutánea, el músculo cardiaco y esquelético, el cerebro, la retina y el páncreas son órganos del cuerpo de donde obtener las células madre para infiltrarlas en la articulación lesionada. Tal y como asegura el doctor Francisco Forriol, catedrático de Traumatología y Ortopedia en la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología, “las lesiones o patologías más comunes que pueden tratarse con este avance en I+D son la reconstrucción de ligamentos, roturas de menisco, pérdidas óseas, pseudoartritis, fracturas óseas, artrosis o pérdida de cartílago, entre otras”. Por lo que respecta a los procedimientos con células madre, los principales beneficiados pueden ser jóvenes con lesiones graves de rodilla y personas mayores con artrosis, que así evitarían operaciones de prótesis, aunque los especialistas deben valorar cada caso.