Todos los analistas sanitarios coinciden en la necesidad de un cambio en el modelo de atención sanitaria en el que predominen los cuidados de salud a una población más envejecida, con más enfermedades crónicas y, como afirma Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, “necesitamos un cambio de modelo más centrado en las personas y en sus necesidades. Ahí las enfermeras estamos preparadas para atender la cronicidad, la salud mental, la soledad no deseada o la limitación de la movilidad, por ejemplo”. Satisfacer adecuadamente esas necesidades de cuidados de salud exige, no sólo un mayor número de enfermeras, sino también una mayor especialización. “Hacen falta más especialidades enfermeras de las actualmente reconocidas –asegura contundente Guadalupe Fontán-- como sería la enfermería de cuidados intensivos o de urgencias, pero también hay perfiles concretos que no necesitan especialización, pero sí una capacitación o competencias específicas”.