Nuestro cerebro define nuestra conducta y eso significa que determinadas alteraciones biológicas, genéticas y medioambientales causan disfunciones y trastornos en la conducta.
Situaciones como la violencia machista, el maltrato infantil, el abuso sexual, el acoso escolar o la adicción a sustancias tóxicas pueden derivar en conductas delictivas.
Las psiquiatras del hospital Clínico San Carlos de Madrid, Julia García-Albea y Marta Navas cuentan en Fórmula Salud cómo se abordan esas conductas patológicas.