El uso de la informática, de los lenguajes de programación y de las grandes infraestructuras computacionales son los pilares que usa la bioinformática para recopilar, manejar, almacenar y analizar los datos biológicos, desde los derivados de la secuenciación genómica, proteómica, metabolómica, hasta los datos de imagen, clínicos, epidemiológico…, desarrollando algoritmos o modelos matemáticos para extraer el máximo conocimiento de los datos y aplicarlo directamente a la resolución de problemas biológicos o biomédicos. “El principal problema que tenemos aquí, señala Osvaldo Graña, profesor del Grado de Genética y de Ingeniería Biomédica de la universidad CEU San Pablo, es que no contamos con profesionales suficientemente preparados en esta área de conocimiento”.