Así es el Santuario Vegan, un refugio que da una segunda oportunidad a los animales de granja maltratados

  • Hablamos con algunos de sus responsables para contarnos cómo es el día a día en este lugar 
Foto: ARCHIVO |Vídeo: Telemadrid

El Santuario Vegan, situado a las afueras de Madrid, acoge a cerca de 300 animales que han sobrevivido al abandono o a la explotación ganadera. Vacas, ovejas, cerdos, burros y cabras conviven en este espacio en el que ahora están a salvo y reciben todo el cariño de sus cuidadores.

Los santuarios de animales nacieron para dar una segunda oportunidad a aquellos animales que fueron maltratados pero que lograron sobrevivir a la explotación para la que fueron producidos. La mayoría de habitantes provienen de ganadería, aunque también hay víctimas de otras industrias como las de espectáculos y experimentación.

“Aquí los animales mueren de viejos”

Laura Luengo, portavoz de Santuario Vegan, ha señalado que en estos lugares los animales mueren de viejos: “Aquí tenemos ponis de 30 años y cerdos que pesan hasta 350 kilos”, señala.

Todas las actividades que realizar en estos espacios son por y para los animales; no tienen fines lucrativos y se basan en el respeto e igualdad entre los animales.

Nosotros hemos conocido algunas de las historias de estos supervivientes como Carmina, una vaca de color marrón, que es uno de los últimos animales que ha llegado a este santuario: “Vino hace dos semanas y todavía está en cuarentena, adaptándose a esta nueva vida”, cuenta la portavoz.

Nuestro reportero Javier Silvestre con uno de los habitantes de 'Santuario Vegan' / ARCHIVO
Nuestro reportero Javier Silvestre con uno de los habitantes de 'Santuario Vegan' |ARCHIVO

Tú les puedes salvar

Hay muchas formas de ayudar a la Fundación Santuario Vegan para conseguir que los animales de este refugio vivan la vida que se merecen. Este santuario se financia gracias a las aportaciones de socios, padrinos y donaciones de particulares.

Cualquier persona puede ‘amadrinar’ a uno de estos habitantes y ayudar a costear sus gastos de alimentación, atención veterinaria y refugio. Además, de los voluntarios y voluntarias que son parte vital del corazón del Santuario desde que comenzaron esta aventura.

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