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Con el fin del estado de alarma ya no hay toque de queda y muchos padres están preocupados: Sus hijos salen por la noche de fiesta y de botellón, y temen que no sean responsables y se contagien del coronavirus.

Por ese motivo los detectives tienen ahora más trabajo. Cada vez reciben más encargos de este tipo y muchos padres les contratan para que sigan a sus hijos para saber qué es lo que hacen cuando no están en casa.

Estos días estamos viendo botellones llenos de adolescentes, bebiendo y de fiesta sin mascarilla y sin distancia de seguridad, desde que finalizó el estado de alarma el pasado 9 de mayo. Esta falta de control es la que preocupa a los padres.

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Hablamos sobre esta situación con una detective. Nos cuenta que muchos padres están requiriendo sus servicios para vigilar a sus hijos: “Quieren saber si están respetando las normas. En muchos casos viven con personas de riesgo y los padres quieren ver si cumplen las medidas sanitarias”, cuenta en Está Pasando.

“Vamos detrás de ellos, con cuidado y hacemos fotografías para ver si esa persona está respetando las normas o no”, explica. También señala que muchos progenitores les han contratado para ver si su hijo se ha metido en algún tipo de secta, drogas o alcohol “y lo manifiestan porque han cambiado su actitud”.

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Una vez que se demuestra que están saltándose las normas, y según nos cuenta la detective, los padres intentan hablar con ellos y que entren en razón porque hay personas de riesgo a su alrededor.