Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

'Está Pasando' ha visitado los lugares más icónicos de Boadilla del Monte, un municipio de la Comunidad de Madrid cargado de historia y, para ello, hemos arrancado a todo ritmo con la escuela de batucada.

¿Sabías que existen diversas teorías sobre su origen? El hallazgo de unos cimientos de argamasa, pertenecientes a una supuesta mezquita, apunta a que podría derivar del árabe. Sin embargo, la segunda teoría plantea que su actual nombre se refiere al apellido del dueño de las tierras donde se encuentra.

En último lugar, la tercera teoría señala que el nombre puede proceder de "boa" que, en el siglo XIII, hacía referencia a "planta parecida al junco". Eso sí, los expertos tienen claro que el sobrenombre “del Monte” fue añadido con el paso del tiempo.

Boadilla limita con Majadahonda, Pozuelo de Alarcón, Villaviciosa de Odón y Brunete

Sin duda, uno de sus edificios más destacados es el Palacio del Infante Don Luis, situado en el casco urbano. Fue construido en 1765 por Ventura Rodríguez, quien concibió así una de las obras más importantes del neoclasicismo madrileño. El Palacio actual es el resultado de la transformación de otro anterior, denominado Palacio de las Dos Torres.

La anécdota de esta joya arquitectónica

¿Qué hay de la anécdota de los túneles que llegan al Palacio Real? En el programa se lo hemos preguntado a Paloma Olmedo, presidenta de la Asociación de Amigos del Palacio del Infante Don Luis. "Es la gran leyenda. Es cierto que todas las leyendas tienen algo de verdad, pero, en este caso, es exagerada. Sí existen unos túneles de agua", ha comentado.

En el número 2 de la calle de las Monjas encontramos el Convento de la Encarnación. Fundado en 1674, se trata de un conjunto que incluye la iglesia, la casa de Capellanes y la hospedería, construido todo ello bajo el mecenazgo de María de Vera, viuda de Juan González de Uzqueta, consejero real y señor de Boadilla del Monte.

Visitamos Cercedilla, una localidad con mucho encanto

Boadilla del Monte destaca por sus rutas rurales. Una de las más famosas es la Senda del Arroyo de la Fresneda. Su recorrido es de baja dificultad y, durante el paseo, se puede disfrutar de los dos ecosistemas que enriquecen este entorno: la vegetación de ribera y la dehesa.