El Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz ha decretado la apertura de juicio oral contra David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, por presuntos delitos de tráfico de influencias y prevaricación. La magistrada considera que existen indicios de que su contratación como director de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz fue irregular. En su auto, sugiere incluso que Pedro Sánchez podría haber influido en dicho proceso.
El abogado defensor de David Sánchez, Emilio Cortés, ha restado importancia a la decisión judicial, asegurando que "no cambia nada". Según explica, el juicio aún no es definitivo, ya que hay un recurso de apelación pendiente. Si se estima (es decir, si el tribunal superior acepta sus argumentos), el juicio oral no llegaría a celebrarse. Cortés insiste en que “no se instale en la opinión pública que el juicio oral se va a celebrar”, y valora el reciente recurso de la Fiscalía como “un soplo de aire fresco”.
Por tanto, aunque la apertura de juicio oral es un paso importante en el proceso penal —porque significa que el juez ve indicios de delito y quiere que se celebre juicio—, todavía queda una instancia superior que podría frenar esa celebración si estima el recurso. Mientras tanto, la causa sigue avanzando en un contexto de creciente presión política y mediática.