Desde el principio se dijo que la causa del enfrentamiento entre Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo por la custodia de su hija, era el deseo de la niña de irse con su padre a Sevilla. Lo que nadie sabía es que dicho deseo viene acompañado de una condición: no tener que convivir con Lourdes, la actual pareja del torero.
Lo peor es que Francisco ha tenido que esperar a que su hija declarase la semana pasada ante el juez para enterarse de ello. Pese a todo, ¿estaría dispuesto a renunciar a vivir con su novia con tal de obtener la custodia?