Las claves madridistas en el Clásico

El Real Madrid arrancó un empate a un tanto en su visita al Camp Nou en la ida de las semifinales de la Copa del Rey con una imagen radicalmente distinta a la dejada en Liga, gracias a la personalidad que ha imprimido al equipo Santiago Solari, junto con otras claves como el descaro de Vinicius y el papel de Lucas Vázquez.

Solari impone personalidad

Su figura como técnico salió reforzada del primer clásico que dirige. A Julen Lopetegui este choque le terminó de rematar cuando fue goleado en el Camp Nou con un equipo que en el presente es otro, tras recuperar la autoestima.

El Real Madrid exhibió personalidad en el inicio, dominando, marcando pronto y jugando a un ritmo alto, aunque perdonó algunas acciones al contragolpe que habrían sido un duro golpe a la eliminatoria. Fue un bloque en defensa.

En la primera parte para ejecutar presión alta y en la segunda, para defender con líneas unidas en los arreones del Barcelona. A Solari no le tembló el pulso para sentar a Bale y dar la responsabilidad ofensiva a un chico de 18 años. Tácticamente se vio un Real Madrid muy trabajado para anular las virtudes de su rival.

Vinicius, tanto descaro como imprecisión

No se amilanó cuando los focos apuntaron hacia él en su primer Clásico. Muestra un descaro que está por encima del escenario. Le da igual jugar en un parque que en el Camp Nou y así lo demostró ante más de 90.000 aficionados del eterno rival madridista.

Fue referencia continua en cada ataque del Real Madrid pegado a la banda izquierda y solo le faltó acierto en los últimos metros para marcar o asistir.

Tomó alguna decisión egoísta, buscando el gol en varias acciones en las que pudo asistir, especialmente en un contragolpe de tres contra dos en el que tenía solo a Kroos para marcar. Y le faltó la precisión necesaria del buen asistente para poner en bandeja el gol en varias jugadas.

Lucas Vázquez y el trabajo

El descanso que recibió en Liga hacía ver que era indiscutible en el once de Solari. El poder mediático que tiene la irrupción como titular de un nuevo tridente, la BBV, no fue superior al fútbol y ahí aparece Lucas Vázquez como pieza clave para el técnico argentino.

Su labor defensiva, de desgaste continuo, para frenar a Lucas Vázquez era clave. Además apareció en fase ofensiva y mejoró en la definición para poner en ventaja a su equipo nada más arrancar el clásico.

Se ha convertido en un jugador clave en la columna vertebral madridista, de menos a más como el último curso de Zinedine Zidane, y cualquier compañero lo va a tener difícil para borrarle del tridente.

Marcelo fuera de foco

Los intentos de Solari de recuperar a Marcelo, dándole los partidos de Copa del Rey, no están surgiendo efecto. La caída del lateral brasileño no tiene fin y en el Camp Nou volvió a dejar una imagen muy preocupante.

El rival siempre busca su banda. Su actitud defensiva no es la correcta, como se pudo ver en el tanto del empate cuando baja andando y solo arranca, ya tarde, en el momento que ve que el balón va a caer a Malcom, al que debía tener fijado de cerca.

Su momento físico es malo y se plasma en un protagonismo nulo en el aspecto ofensivo, dejando al Real Madrid sin un arma por sorpresa que siempre explotaba. El Clásico le dejó señalado y solo de él depende volver al nivel que tenía.

La reivindicación de Keylor

La cabeza de Keylor Navas está por encima de todo lo que está viviendo. Perder la titularidad en la LaLiga y la Liga de Campeones pero estar preparado para brillar en Copa del Rey no es sencillo.

Lo consiguió mostrando una imagen de firmeza elogiable. Muy seguro en cada decisión, ágil bajo palos exhibiendo reflejos, y dejando más de una parada que puede ser decisiva en la eliminatoria.

Es una nueva reivindicación del costarricense que no generará debate porque Thibaut Courtois sí tiene el puesto garantizado. Solari dice que no hay indiscutibles pero el belga lo es.

¿Quién pasará a la final de Copa, Barça o Real Madrid?

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