Ramos admite que forzó una amarilla y luego se desdice

  • Se arriesga a una sanción de dos partidos

Sergio Ramos buscó aprovechar el resultado positivo del partido ante el Ajax en la Liga de Campeones para forzar una tarjeta amarilla y pasar limpio a cuartos de final.

El capitán del Real Madrid se pasó de sincero al admitir que la forzó la tarjeta amarilla: “Sí, la verdad que viendo el resultado… Es algo que tenía presente. No es subestimar al rival pero a veces toca tomar decisiones y lo he decidido así”, comentó en zona mixta luego de consumar la victoria 1-2 en Ámsterdam.

Unas palabras que podrían acarrearle a Ramos, que celebró sus 600 partidos con la camiseta blanca, una mayor suspensión, a la de la acumulación de amarillas por parte del organismo rector del fútbol europeo, ya que podrían considerarlas como comportamiento anti fair-play.

El central de Camas, consciente del error que había cometido, trató de arreglarlo a través de las redes sociales. Compartió un tuit para retractarse: “No he forzado la tarjeta”.

Ya hay precedentes en los que la UEFA ha intervenido de oficio para castigar a un jugador por protagonizar una misma acción.

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