No todo es de color de rosa para los mejores atletas del mundo. Paula Leitón, campeona olímpica de waterpolo conoce el lado más oscuro del deporte. Insultos, burlas y amenazas en redes sociales, la persiguieron durante un tiempo.
La catalana se sincera sobre lo duro que es ser objeto de estos ataques: "Sin mi familia y amigos, quizá no habría podido asumir estos comentarios ni seguir adelante con todo lo que ha venido después de los Juegos. Lo digo ahora que tengo 25 años, pero hace diez quizá no habría tenido esa fortaleza; aquellos comentarios podrían haberme hundido o incluso haberme hecho dejar el deporte".
Su alma de luchadora, también le ha hecho salir adelante: "Esos cobardes comentarios la han convertido en una persona más fuerte: "Incluso cuando se metieron conmigo me ha servido para tener ese altavoz y poder ayudar a muchos niños y niñas. Al final he sabido darle la vuelta a la tortilla. Quien pensara que esos comentarios me iban a hundir, consiguió justo lo contrario: me hicieron creer más en la Paula que soy".
Su historia de superación es un ejemplo a seguir: "El waterpolo me quiso, y yo lo quise a él. Encontré mi sitio en el mundo aquí. El deporte para los más jóvenes puede ser una vía para conocerse, para hacer nuevas amistades y crecer".
El mensaje que manda es contundente: "No tenemos que estar encasillados en lo que nos dicen, en lo que sale en las revistas, en internet. A veces se nos olvida querernos a nosotros mismos porque tenemos que querer a los demás, pero somos los más importantes. Nuestro cuerpo es nuestro templo, convivimos con él toda la vida y tenemos que cuidarlo y quererlo".
Leitón, que mide 1,88 metros, asegura que nunca había sufrido ataques personales por su físico, aunque siempre fue "una niña grande". "En mi familia somos todos altos y mi madre decía que los distintos son los demás", recuerda.
Paula y su testimonio, dejan claro que es una campeona por su talento para el waterpolo y por su gran fortaleza menta.