¿Sabías que el uso de joyas ya existía en el Paleolítico?

  • Corredera es un término que en la pesca se puede referir a un aparato que mide la velocidad de la embarcación
  • Las primeras corridas de toros se remontan a la Edad Media y era practicada por la aristocracia

Cuesta imaginar que, en una ciudad tan cosmopolita como Madrid, antiguamente se hiciesen romerías para llegar a ermitas como la de San Pablo. Las personas que peregrinaban hasta allí, lo hacían en corredera. Corredera también es un término que en la pesca se puede referir a un aparato que mide la velocidad de la embarcación, mediante un triángulo de madera y una cuerda que, medía los nudos.

Para encontrar las primeras joyas tenemos que remontarnos al Paleolítico, allí ya se utilizaban las piedras y los minerales como elementos decorativos y diferenciadores. Antes eran un tipo de piedras u otras, ahora lo que te diferencia es el dinero con el que pagas las mismas piedras.

La Capilla Sixtina a la madrileña
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Si Karl Marx hubiera nacido en el siglo XVIII… Las primeras corridas de toros se remontan a la Edad Media y era algo de la aristocracia que, montada sobre sus caballos se enfrentaban al toro bravo. Para el siglo XVIII la plebe sustituye a la nobleza y comienza a torear a las reses. Al principio, parecía la Casa de Tócame Roque, donde reinaba el caos y la anarquía, finalmente Francisco Romero coge el toro cuernos y nunca mejor dicho, y crea el toreo de muleta que hoy conocemos.

Claros de Chinchón: “Como Pedro por su balcón”
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Al principio las calles de Madrid no tenían nombre, cuenta la leyenda que hay gente que todavía no ha recibido la correspondencia y hay un cartero que todavía sigue dando vueltas. En 1833 comienzan a numerarse. Será en los años cuando además de numerarse, se nombren las calles. En los años 90 el talaverano Alfredo Ruiz de Luna diseño más de 300 paneles cerámicos en los que además del nombre, aparecía un dibujo identificativo para aquellos que no supieran leer.