Cuando los niños vuelvan de vacaciones y acudan al colegio podrán llevarse el taper con la comida de casa. Es una medida que reclamaban muchos padres con dificultades para pagar el comedor. Las instalaciones de los colegios públicos se acondicionarán con frigoríficos y microondas y habrá monitores que vigilarán a los más pequeños.