Los empresarios y las pymes ven con preocupación una posible nueva subida del SMI y algunos sectores, como el de la construcción, aún no saben cómo van a aplicar la reforma laboral. Además, ahora se suma un problema añadido: No hay relevo generacional en sus plantillas.
En España faltan profesionales cualificados (albañiles, fontaneros, electricistas, alicatadores…) y con la motivación necesaria para trabajar en la obra. Todo esto en un país con la tasa de paro más alta de la OCDE y en el segundo puesto en paro juvenil con casi el 30%, solo por detrás de Grecia.
Con unas perspectivas de crecimiento muy positivas para este año, el sector de la construcción calcula que hacen falta casi 700.000 trabajadores para dar abasto a la demanda.