Plazos interminables de entrega, presupuestos que se disparan a medida que pasan los meses, coches “secuestrados” si el cliente no está conforme con la factura, gastos de custodia por tener más días el vehículo en el taller y después de todo esto y de pagar miles de euros los motores vuelven a averiarse.
Telemadrid habla con los afectados, escucha su testimonio en este vídeo