Puigdemont seguirá en Alemania, o en donde le de la gana, mientras no sea en España, si no quiere ser detenido. Es el resultado de la decisión del juez Llarena de retirar la euroorden que pesaba contra el ex presidente catalán, porque lo contrario hubiera significado no poder juzgarle por rebelión, sino sólo por malversación.
Llarena, que valoró incluso la posibilidad de acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para cuestionar la decisión de los jueces alemanes, ha querido criticado que ese dictamen, que entraba en el fondo de la cuestión, cuando sólo debía juzgar la forma, ha cortocircuitado en mecanismo de la euroorden.
Junto a la de Puigdemont, que probablemente volverá a Bruselas, el Supremo ha retirado la orden europea de detención de los cinco ex parlamentarios catalanes huidos de la justicia española: Toni Comín, Lluis Puig, Meritxell Serret, que están en Bélgica; Clara Ponsatí, en Escocia y Marta Rovira, huida a Suiza. Por cierto, que el delito de rebelión prescribe a los 20 años.
Tertulia con Cristina Gil, Carlos Dávila y Juan Antonio Resa.