El 3 de abril de 2004, sólo unas semanas después del fatídico 11M, los vecinos del barrio de Zarzaquemada, en Leganés, vivieron una auténtica situación de guerra, cuando asistieron a la intervención por parte de los GEO en un piso del número 40 de la calle Carmen Martín Gaite, donde vivían los autores del atentado. La fuerte explosión con la que los yihadistas se inmolaron, y que costó la vida a un agente, destrozó completamente el edificio. Y dejó secuelas psicológicas entre muchos vecinos. Este miércoles, tras conocerse la operación policial desarrollada cerca de París relacionada con los atentados del pasado viernes, ha sido inevitable que los vecinos de este barrio pepinero hayan recordado los momentos de miedo y tensión que vivieron hace ya once años.