"Ha estado cerca", se dijo Carlos Mancha cuando vio las imágenes a posteriori. Este motorista de la Guardia Civil salvó su vida de milagro el pasado sábado, cuando pudo esquivar un coche que se dirigía descontrolado hacia él en la carretera de Colmenar, en una de las salidas de Tres Cantos. Se encontraba junto a un compañero atendiendo a los afectados por un accidente anterior cuando ocurrió el segundo impacto. Instintivamente se apartó y saltó fuera de la autovía. Y de manera casi automática volvió a la calzada para seguir con su trabajo señalizando el lugar del accidente. Carlos se quita mérito y no quiere darle importancia, puesto que está seguro de que cualquier compañero habría hecho lo mismo.