Restaurantes, tiendas de electrónica, peluquerías, pastelerías y hasta una autoescuela.
Una veintena de comercios especialmente creados y pensados para el público de origen chino en apenas trescientos metros han hecho que a la madrileña calle Leganitos ya se la conozca como “La calle de los chinos”.
Y es que esta calle situada a escasos metros de la Gran Vía, en pleno centro de Madrid, es la que más comercios chinos aglutina por metro cuadrado.
En Madrid hay actualmente cinco veces más chinos que hace diez años y la colonia de residentes chinos supera ya las cuarenta mil personas.
Pero no sólo los chinos acuden a esta calle comercial. Clientes de todo Madrid acuden a ella para conseguir productos casi imposibles de encontrar en otros lugares, como las deliciosas tartas de té verde.