Gloria Iglesias, que era azafata de Iberia, decidió hace 12 años abrir las puertas de su casa a personas sin hogar de manera completamente desinteresada. Acoge en la actualidad a 9 compañeros de piso que un buen día pasaron una mala época y se quedaron sin recursos. Aquí han encontrado un techo y un lugar donde volver a sentirse personas.