A pesar de que su uso está prohibido en España desde hace más de dos décadas, el amianto sigue presente en ciertos edificios, viviendas e instalaciones de la Comunidad de Madrid.
Rosa Gómez-Mena, técnica de prevención de riesgos laborales del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST), ha lanzado un mensaje claro en este nuevo capítulo del videopodcast 'Objetivo: Tu Empleo': "Detectar amianto significa actuar. Y actuar de forma segura, con empresas especializadas".
El amianto es un mineral fibroso que, durante décadas, fue muy utilizado en construcción e industria por su bajo coste y sus propiedades térmicas, acústicas e ignífugas.
A partir de los años 60, su uso se generalizó en todo tipo de infraestructuras: trenes, barcos, edificios públicos y privados, e incluso viviendas.
Sin embargo, la peligrosidad del amianto radica en la capacidad de sus fibras para desprenderse y ser inhaladas, lo que puede provocar graves enfermedades respiratorias y diferentes tipos de cánceres.
Aunque su comercialización está prohibida desde 2002, el amianto sigue formando parte de elementos como bajantes, cubiertas o depósitos de agua en edificios antiguos. En muchos casos, aún en uso.
Es por ello que, desde el Instituto, se recomienda su retirada controlada por empresas especializadas. No puede hacerlo cualquier profesional, ni siquiera una empresa de reformas.
Se requiere estar inscrito en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) y contar con planes de trabajo aprobados por la autoridad laboral.
La Ley de Residuos y Suelos Contaminados establece la obligación de los ayuntamientos de elaborar un censo de edificaciones con amianto, tanto públicas como privadas, y definir un calendario de retirada en función del riesgo.
En el caso de los inmuebles públicos con riesgo grave, la retirada debe realizarse antes de 2028.
Dado que los efectos del amianto pueden manifestarse incluso décadas después de la exposición, desde 2018 existe un programa nacional de vigilancia sanitaria para personas trabajadoras expuestas a este material, activo o jubiladas.
Este programa registra y hace seguimiento médico a las personas afectadas, aunque muchas veces demostrar la exposición pasada no es fácil y, en algunos casos, el asunto ha llegado hasta los tribunales.