Los dientes y otros objetos de oro presuntamente sustraídos por dos empleados del cementerio de Eibar (Gipuzkoa) procedían de restos mortales no reclamados por sus familiares tras el vaciado de los nichos, una vez transcurrido el plazo preceptivo de diez e incluso más años desde su inhumación.
La teniente de alcalde de la localidad armera, María José Tellería, ha ofrecido estas explicaciones, en declaraciones a Efe, tras conocerse la imputación por parte de la Ertzaintza de dos trabajadores del camposanto municipal por una presunta falta de apropiación indebida, descubierta a raíz de una inspección rutinaria de los libros de registro de una tienda de compraventa de oro.
Tellería ha lamentado la actuación llevada a cabo por estos operarios municipales que presuntamente han utilizado con "fines lucrativos y personales" los "restos de oro" que encontraban, junto a otros objetos de desecho como prótesis, cuando los restos óseos iban a ser incinerados.
"Lo que han hecho estos trabajadores está muy mal hecho sin ninguna duda", ha sentenciado la teniente de alcalde eibarresa, antes de aclarar que en la mayoría de los casos en los que se produjeron las sustracciones habían pasado hasta veinte años de las muertes, dado que "el ritmo de vaciado de nichos lleva cierto retraso" en Eibar.
La edil ha aclarado que el Ayuntamiento desconoce las cantidades de las que presuntamente se habrían apropiado ambos empleados, a los que el consistorio ha abierto "un expediente disciplinario" que, en su caso, podría derivar en una sanción, si bien no se concretará hasta que haya una resolución judicial al respecto.
Además, el Ayuntamiento de Eibar ha hecho público un comunicado en el que revela que "está colaborando activamente con la Ertzaintza y el Juzgado, a cuya disposición ha puesto toda la información de que dispone y que pueda servir para esclarecer estos hechos".
La Ertzaintza ha remitido ya a los Juzgados de Eibar las diligencias abiertas a raíz del suceso, cuyos presuntos autores se encuentran en libertad ya que, según ha aclarado el departamento vasco de Seguridad, en "ningún momento se les detuvo", si bien sí fueron identificados e imputados por una presunta falta de apropiación indebida.