El verano parece el momento idóneo para disfrutar de la pareja. Más tiempo libre, buen tiempo, pero las estadísticas lo desmienten. Alrededor de un tercio de los divorcios se deciden en verano. Fernando Carazo, director del centro de psicología Mente dice que "la culpa no parece de la época del año en sí, sino del momento en el que nos vamos de vacaciones".
Tras los periodos de descanso, las terapias de pareja aumentan la clientela. Relaciones que buscan evitar el final no deseado. "Esperamos mucho del verano y eso hace mella. Es algo que más de uno ha notado: pasar demasiado tiempo juntos, da lugar a discusiones", dice Fernando Carazo, quien remarca lo importante que es "planificar el verano, consensuar", pero también "acordar un tiempo para pasar separados puede ayudar" en la convivencia y hacer perdudar la relación